Me gustaría no tener nada que escribir; pero estoy lleno de inconvenientes. Tu me preguntas, feliz? si, pero lleno de inconvenientes. Eso es lo que me insita a escribir. Ver la urgencia monetaria; la tristeza reunida en rostros ajenos; la soledad de niños sin ropa; el hambre de los perritos abandonados por sus supuestos dueños, en fin!. Son muchos los motivos por los cuales uno podría escribir. Por eso escribo. Porque imagino que hay nubes color violeta que vienen a saludarnos un oscuro día de invierno y que cada taza de leche caliente es parte de todos y cada uno de los seres vivos de este horizonte fictisio. Suena iluso, tal vez!, pero en el pedir así como en el escribir no hay engaño alguno. Meramente es un juego de nimiedades.
12 /2009